El camino se acortaba y el corazón palpitaba, la celeridad se acentuaba, ambicionando cada centímetro que avanzaba, sin hacer otra cosa que recordarse, el sentido de aquello que le importaba, el resurgir del brillo en su mirada, de todas las caricias esperadas, de todas las noches deseadas, cuando intentaba sin éxito dar la primera pisada como soñada y heme aquí, pensó, al lado de mi amada, como si fuera la misma vida, perfumada de palabras que le acercaba, tanto a su boca reclamada, como al vertiginoso contorno de la piel que le excitaba...
pd:
tras la algarabía, la pasión contenida...
decisión,
ResponderEliminarfelicitaciones como desde hace tiempo me gusta leerte
nunca olvidarse, a no ser que sea para verdaderamente recordarse...
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