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19 agosto 2025

DONDE EL TIEMPO SE DESVANECE

 

Una pareja elegante se mira con ternura dentro de una cueva ovalada, metáfora del amor como refugio donde el tiempo se desvanece.




​El tiempo y el espacio se desvanecen girando a mi alrededor, el mundo parece consciente de la complicidad que atesora mi corazón. Me dejo empapar por el aroma de tus deseos, la princesa de mi cuento encantado.

​Déjame sumergirme en las palpitaciones de tu cuello, donde mis besos alborotados y mis labios se pierdan entre los pliegues de tu piel. Necesito atraparte en mi cuerpo, calmar el calor que emana del laberinto de tu pasión.

​Déjame transformar los demonios en dulces revuelos, acompañando tus movimientos. No me dejes respirar, ahógame en tus encantos porque quiero olvidar lo terrenal. Quiero viajar más allá de las leyes físicas, transportando mis sueños e ideales hacia el infinito.

​Quiero olvidar lo real y surreal del todo por nada. Habilito en este momento el deseo que se convierte en piel agitada y extasiada. Aquí solo existe la tentación de tu ser, del milagro tentador, del sabor de tu amor. 

​Me acerco a través del espacio a la eternidad. Compartimos la cercanía mientras las voces se expanden y los colores se transforman, escondiéndose tras las esquinas de las estrellas. Las oiremos murmurar, contándose unas a otras la magia que desborda el manantial de nuestra entrega al vuelo incansable de los deseos que hoy velan por nosotros...





Pd:

​La verdadera magia 

no reside en los cuentos, 

sino en la entrega. 

En ese instante 

donde el tiempo se detiene 

y dos almas se funden, 

construyendo un universo

de pequeñas cosas  

que solo nosotros habitamos.










31 julio 2025

LOS ATAJOS AHORRAN TIEMPO

 



Los atajos —dicen—
que ahorran tiempo,
como si el alma pudiera
ser despachada en minutos.

Como si la herida sanara
con un parche de frase motivacional.
Sé tú mismo,
gritan los gurús en sus tronos de espuma,
mientras venden espejos rotos
a cambio de fe embotellada.


Pero nadie pregunta
qué hacer con las respuestas
cuando duele ser uno mismo.

 


Los caminos cortos
atraviesan selvas de plástico,
con árboles de hojas invisibles
o raíces que no tocan la tierra.

El sufrimiento entonces
es censurado y el miedo
se etiqueta cuando
la tristeza se convierte
en "contenido".


¿Y qué si no quiero llegar rápido?

¿Y si quiero perderme,
rasgandome las rodillas
en cada caída,
sangrar hasta entender
que no hay destino,
solo el camino?




No necesito salvarme,
necesito encontrarme,
en el temblor, en el error,
en la pregunta
que nadie  nos hace.


Que me dejen con mi barro.

Que se guarden sus mapas.

Prefiero el desatino
a romper el silencio
con voces ajenas...




P.D.: 

No vine 

a ser eficiente. 

Vine a sentir, 

a equivocarme,

 a vivir sin atajos.















 

21 julio 2025

VALIDAR LAS EMOCIONES


 


Muchos hablan de ser los mejores en todo, de superarnos cueste lo que cueste, de seguir los cánones establecidos, de fantasear con filtros imposibles o de sortear las dificultades con un solo clic.


Pero nadie te habla de la importancia de permitirse sentir, de validar las emociones que surgen en momentos difíciles, de buscar apoyo y comprensión en otros cuando lo necesitas.


No necesitas ser especial, ya eres especial y creételo, no ocultes tus emociones, ni tus complejos, encuentra la fortaleza para enfrentarlos y superarlos.

Y aunque la presión de ser lo que no somos, es abrumadora, debemos recordar que está bien pedir ayuda, buscar orientación y permitirse momentos de vulnerabilidad, porque eres, somos...únicos











P.D.
En un mundo donde 
se premia la falsedad 
y se castiga la frágilidad, 
nuestra verdad sigue 
siendo el mayor acto
 de resistencia que
 podemos realizar.

 No nacimos para encajar en moldes, 
nacimos para sentir, 
para caernos,
 para pedir ayuda 
y aún así seguir siendo 
nosotros mismos. 

Porque lo real, lo que duele
 y también lo que abrazamos, 
es lo que nos hace ser humanos.
 Y eso… 
ya es suficiente.







15 junio 2025

COMO SI NUNCA TE HUBIERAS IDO...


 




No sé...Últimamente me cuesta comprender, si seguir soñando contigo vale la pena. Suena bonito, vivir de recuerdos, de lo que fuimos y como fuimos. Pero la verdad, lo que quiero es volver a sentir tus labios marcando los míos. Así de simple.

No sé si ese calor que compartíamos, ese que parecía tan nuestro, va a volver alguna vez. Ni siquiera sé si tus palabras volverán a aparecer, como antes, cuando escribías algo que me descolocaba y me dejaba con una sonrisa tonta todo el día.

¿Te acuerdas de eso? De cómo resultaba tan fácil…

A veces me pasa. Como la necesidad repentina de buscarte. Y es justo ahí donde más duele. Porque no estás.

Solo queda polvo sobre los muebles. Ese olor a cerrado. Y esa foto nuestra que parecía eterna… y que ahora me cuesta mirar.

Salgo a la calle y todo me parece un poco más vacío. Las tiendas cerradas, la gente que no se detiene. Y el viento… el viento que se mete entre mis recuerdos. Como si también supiera que ya no hay camino entre tu boca y la mía.

Y luego vuelvo a casa, me tumbo en la cama. Esa cama que antes era de los dos… y ahora, solo me tiene a mí.

Y mis manos, que aún no se rinden, siguen buscándote en mi piel, como si todavía pudieran encontrarte ahí, pero no es lo mismo. Nada lo es.

Todo se enfrió. Se apagó el fuego, sin hacer ruido.

Y mi cuerpo se desespera, mientras mi cabeza no deja de repetir tu nombre, como si eso sirviera de algo. Sigo adicto a ti, pero en silencio.

Cierro los ojos… y te veo. Te imagino tan real que por un momento creo que estás aquí. Te mueves como antes,  como si nunca te hubieras ido.




pd:
Y por un segundo… 
te tengo. 
Pero abro los ojos…
y todo desaparece,   
 solo queda el vacío.




04 junio 2025

A VECES, EL ALMA SOLO PIDE UN POCO DE TREGUA


 



  

A veces… el alma solo pide un poco de tregua.

 

Sin necesidad de respuestas ni explicaciones. Solo un poco de silencio. Respirar, sin tanto ruido girando a mi alrededor. Encontrar un rincón donde poder rendirme, sin tener que buscar culpables y sin la obligación de resistir.

 

Hoy me pesan los días. Me pesa esta armadura que ya no sé si me protege o me encierra, y que, muchas veces, cuesta tanto quitarme. Hay momentos en los que solo quiero decirme, bajito... —Está bien no poder con todo—

 

Levantarme sin prisas, dejarme envolver por la quietud mientras cicatrizan las heridas. Darme una nueva oportunidad… incluso sin necesidad de merecerla.

 

Y si hoy las sombras merodean mis esquinas, que el silencio me cobije, que el tiempo no me exija, y que la vida —aunque sea en susurros— me confirme que aún estoy a tiempo.

 



Pd:

Porque a veces, respirar…

 también es una forma de continuar.

  





23 mayo 2025

SILENCIO AZUL


 



 

Sé muy bien cuándo empezó, aunque me guste fingir que no. El silencio no cayó de golpe, se fue colando a sorbos, como esas rutinas que un día parecen inocentes y al siguiente te ocupan la casa entera.

 

Y yo... yo lo dejé quedarse, lo alimenté sin querer, creyendo que me cuidaba. Me acostumbré a no pedir, a no decir, a soñar bajito, por si alguien escuchaba.

 

Fui doblando mis deseos hasta que cupieron en el cajón de lo aceptable, y cuando ya no entraron, los llamé “precarios”, para no admitir que eran míos.

 

Desde afuera, todo se veía en orden. Pero por dentro, las palabras se amontonaban, se agitaban, golpeaban, como olas buscando salida. Y yo… yo callaba.

 

Un día cualquiera, sin drama, me descubrí vistiendo de azul el fin de todo. Azul, porque yo siempre he sido más de matices que de extremos, más de despedidas lentas que de portazos.

 

Y entonces, dejé que salieran, las palabras, los gritos. Dando rienda suelta a todo.y girando a mi alrededor dejé que cruzaran el miedo, que atravesaran los escenarios que yo mismo levanté e inventé y que ahora temblaban conmigo.

 

Lloré sin lágrimas, acorralado por la impotencia, pero respiré como si el aire volviera a saber a mí.

 

Y ahí, justo ahí, entendí que mis pies seguían tocando el suelo.

 

Y yo —aunque distinto, aunque más roto, aunque más yo que nunca— también.

 



Pd: 

No siempre nos rompemos de golpe,

 poco a poco es el silencio

 el que va agriteando los huecos, 

hasta que un día entiendes

 que callar no siempre 

es la mejor opción.

 






19 mayo 2025

CALLARSE...TAMBIÉN CANSA: EL PESO DEL SILENCIO EMOCIONAL Y LA LIBERACIÓN AL HABLAR

 




Me acostumbré al silencio como a un abrigo viejo, llevándolo a todas partes, incluso cuando dolía más que el frío.


Guardé lo que quería decir detrás del corazón, donde nadie mira, donde hasta los ojos aprenden a fingir.

Pero el cuerpo acaba recordando lo que la lengua calla, y un día, sin querer, me quebré con solo una mirada.

Guardé palabras como quien guarda semillas, con miedo al clima, esperando la estación justa para hablar.

El silencio dolía, más que el tiempo, sí , pero también me enseñó a escucharme por dentro, sin gritar.


Un día, suave como la brisa, me animé a decir lo que sentía y fue como abrir las ventanas después de años cerradas.


Pd:

A veces contarlo...

es el verdadero alivio.